Para la prevención de enfermedades que suponen que podrá causar luz azul, la que cada vez está más presente en nuestras vidas, muchas compañías han implementado filtros protectores en los glas de sus productos, que dicen que esto reducirá entre 15 y 20% de la intensidad de exposición del sentido de la vista ante dicha luz, además de disminuir las agresiones a la retina y evitar los efectos sobre la secreción de melatonina, por ejemplo por la noche, cuando se lee en una tableta o en el teléfono móvil. Dichos filtros pueden ser utilizados de 2 maneras: aplicados sobre las pantallas de nuestros dispositivos (filtros de Reticare), empresa que fue fundada por la doctora Sánches Ramos y los que irían en los lentes que normalmente utilizamos, o que nos colocamos cuando estamos en frente de una pantalla.
El 2014 la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) lanzó un documento informativo en el que decía: ¨no se puede certificar la eficacia de los filtros Reticare¨ porque no está demostrado que la luz azul de los LED es peligrosa en ningún sentido para la salud de las personas. Por otra parte, el medio ¨Hipertextual¨ sacó un informe y reportaje minucioso en octubre del 2015, sobre el negocio de Reticare y todas las personas que estaban involucradas en ello. Parte de ese informe, se obtuvo: que el negocio de Reticare se fundamenta sobre el miedo a que las teorías de la tesis de Sánchez Ramos y sus socios lleguen a ser ciertas. El reportaje también habla sobre: la tesis y su desarrollo a partir de estudios con altas intensidades de luz azul sobre cultivos de tejidos aislados, así como con animales como el pez cebra, pero nunca se han contrastado con seres humanos. Por otro lado, el oftalmólogo Rubén Pascual, responsable de la sección de Oftalmología infantil, Estrabismo y Neuro-oftalmología del Hospital San Pedro de Logroño y autor del blog Ocularis, también ha criticado desde el punto de vista científico las tesis en las que se basa Reticare, además de desmontar la teoría de que la luz azul altere nuestros ritmos circadianos.
En cuanto a las gafas con filtro de luz azul para ver ordenadores, teléfonos o tabletas, actualmente no existen estudios suficientes para determinar si realmente son beneficiosos. Uno de pocos que se puede mencionar, es el que fue realizado con 33 personas y durante 2 horas, las personas que participaron en dicho estudio, afirmaron que sintieron una leve mejora en la fatiga visual, más, no resulta suficiente para determinar si los lentes con protector de luz azul sirven.
En conclusión: dado que la luz LED lleva menos de una década entre nosotros y quizá resulte anticipado decir que no atenta a nuestra salud a largo plazo, la utilización de los lentes con filtros de protección para la luz azul, no es garantizado, ya que no existen pruebas científicamente comprobadas.